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Por Ulises Castellanos

El Encuentro Nacional de Fototecas, cuya vigésima sexta edición está programada para celebrarse el próximo viernes 22 de agosto en el Museo de Antropología de la Ciudad de México, constituye el foro más importante del país para el diálogo, reflexión y apreciación en torno a la fotografía y los archivos fotográficos. Esta iniciativa, impulsada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través del Sistema Nacional de Fototecas (SINAFO), y en especial bajo la dirección de Juan Carlos Valdéz, director de la Fototeca Nacional; ha sido fundamental para consolidar una comunidad interdisciplinaria integrada por especialistas, investigadores, curadores, fotógrafos, galeristas, archivistas, y estudiantes de diversas ramas, interesados en la preservación y el análisis de la memoria visual de la nación.

Los antecedentes del encuentro se remontan al año 2000, cuando, tras el notable crecimiento del patrimonio fotográfico custodiado en la Fototeca Nacional de México (establecida en 1976 en Pachuca, Hidalgo), surgió la necesidad de generar un espacio de intercambio de experiencias y conocimientos derivados de casi cuatro décadas de tareas de resguardo, conservación y estudio de imágenes históricas. Con el tiempo, el evento evolucionó, incorporando mesas de discusión, conferencias, talleres y exposiciones, y consolidándose como un referente nacional y regional en la discusión sobre los procesos de archivo fotográfico: catalogación, conservación, digitalización y uso de la fotografía como documento histórico, artístico y social.

El entorno actual del encuentro refleja su madurez institucional y su vocación integradora. En las últimas ediciones ha contado con la participación de especialistas de México y el extranjero, incrementando su cobertura temática y disciplinar, así como el involucramiento de nuevos públicos, especialmente jóvenes y estudiantes de la fotografía. La ceremonia de apertura suele enmarcar la entrega de la Medalla al Mérito Fotográfico, reconociendo la invaluable labor de destacados fotógrafos mexicanos, y consolidando su prestigio como plataforma relevante para el presente y el futuro de la cultura fotográfica en México.

En lo personal, hemos asistido a más de media docena de sus ediciones, ya sea como conferencista, periodista invitado o público especializado. Y siempre es una alegría ver y aprender de los colegas que reúne este encuentro.

De este modo, el Encuentro Nacional de Fototecas no solo celebra la riqueza del patrimonio fotográfico nacional, sino que también promueve la reflexión, formación y difusión de los valores históricos, estéticos y técnicos de la fotografía, contribuyendo a la construcción de identidades y memorias colectivas.

En este contexto, se entregarán dos medallas al Mérito fotográfico a las 10:30 am en el auditorio Fray Bernardino de Sahagún, una a Maritza López y la otra a John O´Leary.

Maritza López es una fotógrafa mexicana reconocida por su amplia y diversa trayectoria desde los años 70, abarcando fotografía documental, social, retrato y especialmente el desnudo artístico, campo en el que se ha convertido en una figura referencial a nivel nacional.

Inició sus estudios de fotografía con Antonio Reynoso en México y, posteriormente, en la UCLA de Los Ángeles con Ted Williams. Egresada de Historia del Arte por la UNAM, sus primeros trabajos se enfocaron en el fotoperiodismo, colaborando en revistas y periódicos como Proceso, Uno Más Uno, Revista de Revistas, La Jornada, El Universal y Excélsior. También publicó internacionalmente en medios como el New York Times y el Wall Street Journal.

El interés de Maritza López por el estudio del cuerpo humano comenzó en la revista Eros en los años 70, donde enfrentó la censura y los desafíos sociales de la época al abordar el desnudo, especialmente el masculino, siendo pionera en México en este tema y creando un cuerpo de obra contracultural pero con un gran rigor técnico y académico. Su destreza en la iluminación y el laboratorio fotográfico es destacada por críticos y curadores.

Ha expuesto de manera individual y colectiva en México, Sudamérica, Estados Unidos, España, Brasil e Italia. En 2024, el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México inauguró la exposición “De viento y materia”, una muestra que recopila más de cuatro décadas de su trabajo sobre el desnudo de estudio, con una selección de 30 obras en plata gelatina.

Maritza López también es reconocida por su trabajo en campañas publicitarias, portadas de discos y revistas de espectáculos. Fue autora de cuatro de los cinco calendarios de Gloria Trevi en los años 90.

A lo largo de su carrera, ha recibido premios como la Bienal de Fotografía del Instituto Nacional de Bellas Artes en 1980 y becas del Instituto de Cultura de la Ciudad de México, así como de Editorial Posada.

López ha impartido cursos en instituciones como el Centro de la Imagen y la UAM, contribuyendo a la formación de nuevas generaciones de fotógrafos.

Su obra se caracteriza por la búsqueda de la belleza poética a partir del cuerpo humano y la luz, así como por su valentía para explorar temas poco abordados por las mujeres en la fotografía mexicana de su tiempo.

Enhorabuena por este merecido reconocimiento a Maritza López.

Con respecto al otro homenajeado, John O’Leary es un fotógrafo y antropólogo nacido en Texas en 1949, conocido principalmente por su trabajo documental en la región de San Pedro Cholula, Puebla, México. Llegó a Cholula en los años 70, originalmente para estudiar antropología en la Universidad de las Américas Puebla, y desde entonces se ha dedicado a capturar la vida cotidiana, tradiciones, fiestas y ceremonias de la comunidad local, convirtiéndose en un testigo visual muy importante de su cultura y memoria histórica.

Su obra más icónica incluye la serie «Sueños de opio», que retrata la vida de los luchadores mexicanos de provincia entre 1970 y 1980, mostrando escenas dentro y fuera del cuadrilátero. También ha producido trabajos que documentan expresiones culturales tradicionales, como la serie “Exvoto–Exanimo” (2011), que refleja las ofrendas y grafitis hechos a mano en el Santuario de los Remedios de Cholula.

John O’Leary ha participado en importantes coloquios de fotografía en Latinoamérica, ha sido premiado por el Instituto Nacional de Bellas Artes en México y su obra forma parte de colecciones permanentes en instituciones como el Museo de Bellas Artes de Houston y el Centro Georges Pompidou en París, entre otros. Actualmente se dedica a la producción de su obra, incorporando también elementos digitales en su proceso artístico.

En resumen, la trayectoria de John O’Leary está marcada por su enfoque antropológico y fotográfico en la documentación de la cultura tradicional mexicana, especialmente en Puebla, con una carrera que abarca más de cinco décadas y una contribución significativa al registro visual de tradiciones y comunidades locales.

Así las cosas, por allá nos veremos el próximo viernes en el Museo de Antropología.

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