Skip to main content

Desde muy joven, tuve el privilegio de ser testigo de la belleza del Puerto de Acapulco a través de mi lente. Recuerdo la emoción que sentí cuando tomé una de mis primeras fotografías con mi Cámara Canon AE-1. Era como si cada clic me diera la oportunidad de capturar un momento único en el tiempo.

Acapulco, con sus impresionantes paisajes y vibrante vida costera, se convirtió en mi escenario favorito. Cada vez que salía a fotografiar, sentía que tenía en mis manos una herramienta mágica que me permitía contar historias a través de imágenes. La luz dorada del atardecer reflejándose en el mar, los barcos navegando suavemente y las sonrisas de los niños disfrutando del día eran solo algunas de las maravillas que podía inmortalizar.

Next Post

Leave a Reply