El Partenón es un templo emblemático de la antigua Grecia, ubicado en la Acrópolis de Atenas, dedicado a Atenea, la diosa protectora de la ciudad. Fue construido entre 447 y 438 a.C. bajo el mandato del estadista Pericles, en un momento de gran esplendor para Atenas tras la victoria sobre los persas.
A lo largo de los siglos, el Partenón ha tenido múltiples usos: fue iglesia cristiana, mezquita y almacén de pólvora, lo que contribuyó a su deterioro, especialmente tras una explosión en 1687 durante un asedio veneciano.
Actualmente, el Partenón es un símbolo perdurable de la civilización occidental y la arquitectura clásica, y aunque no se permite el acceso al interior, sigue siendo un monumento visitado y objeto de restauraciones desde la década de 1970.
Así lo vi en 1992, y así quedó congelada aquella pareja contemplando la historia.