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¡Boston es una ciudad brillante que siempre me ha dejado maravillado! He tenido la suerte de viajar a esta increíble metrópoli en tres ocasiones desde 2013, y cada visita ha sido una experiencia única. La primera vez fue para dar una conferencia en Harvard, un lugar emblemático donde se respira conocimiento y pasión por el aprendizaje. Desde 2021, tengo un motivo aún más especial para visitar: mi hijo vive y estudia allí; justo este fin de semana fue su graduación de Berklee. Papá más orgulloso imposible.

Vivir en Boston es como sumergirse en un mar de oportunidades. La mezcla de historia y modernidad crea un ambiente vibrante que invita a compartir experiencias con otros. Cada rincón tiene su propia historia que contar, desde las calles adoquinadas del Freedom Trail hasta los modernos cafés donde los estudiantes se reúnen a conversar.

Viajar a Boston no solo me ha permitido disfrutar de su rica cultura, sino también conectar con mi hijo en su nuevo hogar. Juntos hemos explorado museos fascinantes, disfrutado de la deliciosa gastronomía local y paseado por sus bellos parques. Sin duda, cada visita refuerza mi amor por esta ciudad llena de vida y energía contagiosa.

Boston fue fundada el 7 de septiembre de 1630 por puritanos ingleses liderados por John Winthrop, quienes llegaron a la península de Shawmut, originalmente llamada Trimountaine por sus tres colinas. La ciudad fue nombrada en honor a Boston, Lincolnshire, en Inglaterra, de donde provenían muchos colonos. Antes de la llegada europea, el área estaba habitada por la tribu algonquina massachusett, que dio nombre a la región.

Boston creció rápidamente gracias a su puerto, que impulsó la prosperidad y la población, convirtiéndola en la ciudad más grande de la América británica hasta mediados del siglo XVIII. Fue un centro clave en la Revolución estadounidense, escenario de eventos como la Masacre de Boston (1770), el Motín del Té (1773), y batallas importantes como la de Bunker Hill y el Sitio de Boston. Paul Revere y otros patriotas simbolizaron la resistencia colonial desde esta ciudad.

Tras la independencia, Boston se consolidó como un puerto marítimo y centro manufacturero importante, con una economía basada en exportaciones como ron, pescado, sal y tabaco. En 1822, Boston fue oficialmente declarada ciudad, con una población de más de 46,000 habitantes. Durante el siglo XIX, la ciudad recibió oleadas de inmigrantes europeos, principalmente irlandeses e italianos, que influyeron en su cultura y demografía, y trajeron el catolicismo como religión predominante.

Boston también fue pionera en educación y cultura, con la fundación de la primera escuela pública de Estados Unidos (Boston Latin School en 1635) y la Universidad de Harvard en 1636, ubicada en la vecina Cambridge. Fue la primera ciudad en Estados Unidos en tener una red de metro, inaugurada en 1897.

Hoy, Boston es un centro de enseñanza superior, medicina, investigación, tecnología y finanzas, con una rica historia que atrae a millones de visitantes anualmente. Su legado histórico se conserva en sitios emblemáticos y en el Freedom Trail, una ruta que recorre los lugares clave de la independencia estadounidense.

En resumen, Boston es una ciudad con profundas raíces coloniales, un papel crucial en la independencia de Estados Unidos y un desarrollo continuo en educación, cultura y economía desde su fundación en 1630 hasta la actualidad.

En Boston viven aproximadamente más de 250,000 estudiantes universitarios, cifra que incluye tanto a la ciudad de Boston como a áreas cercanas como Cambridge. Esta cantidad refleja la gran concentración de instituciones educativas en la región, con más de 100 colegios y universidades en el área de Gran Boston.

Pablo, disfrutando la ciudad en 2025

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