Por Ulises Castellanos
Sebastião Salgado, reconocido fotógrafo brasileño, falleció el pasado 23 de mayo de 2025, a los 81 años. Lo conocí personalmente en los 90s, y pude platicar con él de nuevo y retratarlo el 7 de febrero de este año en su última visita a México, tres meses antes de morir. Lo admiré siempre y me duele mucho su partida.
Sebastião Salgado es considerado uno de los fotógrafos más importantes y comprometidos del siglo XX y XXI, cuya obra humanista y ambientalista dejó una huella profunda en la fotografía documental mundial.
Aquel jueves por la mañana en CDMX, tuvimos el gusto de charlar brevemente con él y recorrer la sala con su esposa. Escuchar a Salgado, siempre amable, sencillo y atento es un privilegio. Le respaldan 50 años de fotografía, ha recorrido todo el planeta, literal, desde los polos, hasta los desiertos y la selva.

Salgado habló de lo que lo apasiona, la fotografía y el Amazonas, nos cuenta que se llevó 9 años para hacer este trabajo y ahora está expuesto de manera impecable bajo el diseño curatorial y expositivo de su inseparable y talentosa mujer Lélia Wanick.
Sebastián nos compartió su emoción por estar en México a donde ha venido en numerables ocasiones. A él lo conocimos aquí a finales de 1998 cuando vino a trabajar parte de su libro éxodos, y fue toda una experiencia verlo fotografiar en México.
“Para mí es un verdadero honor estar de vuelta en México, este es un país que llevo en el corazón. Conozco bien sus paisajes, su cultura vibrante y la calidez de su gente. Hace aproximadamente 45 años que vine por primera vez, a inicios de los años 80, recorrí sus tierras y cada rincón me dejó una huella imborrable. Recuerdo con cariño a mi gran amiga Graciela Iturbide; viví en su casa y ella me mostró la belleza del arte fotográfico como nadie más lo podría hacer.”
Salgado hablaba con pasión de su trabajo y de la Amazonia: “hoy enfrentamos un desafío monumental: el cambio climático y la destrucción permanente de nuestro planeta. Cada día, nuestra sociedad de consumo contribuye a esta crisis, y es nuestra obligación actuar con determinación para salvar al planeta.”
El fotógrafo continúa y subraya: “Las fotografías que capturan la belleza de la Amazonia son un recordatorio poderoso de lo que está en juego. Este vasto santuario natural no solo alberga una biodiversidad invaluable, sino que también juega un papel crucial en el equilibrio climático global. Sin embargo, su existencia está amenazada por actividades destructivas que priorizan el beneficio económico sobre la sostenibilidad.” No olvidemos que su formación original es la de un economista y sabe de lo que habla.
Sube el tono y nos dice “Es imperativo unir fuerzas para proteger estos grandes santuarios. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestros recursos naturales se desvanecen. Cada acción cuenta; desde apoyar iniciativas de conservación hasta promover estilos de vida más sostenibles. Juntos, podemos hacer una diferencia real y significativa en la lucha por salvar al planeta. La pasión por nuestro hogar debe traducirse en acción; es hora de tomar las riendas del futuro y preservar lo que queda para las generaciones venideras.”
Para cerrar diciendo “Yo sólo soy un fotógrafo”. Genial y sencillo. Salgado no lo dice, pero todos lo sabemos, es quizá en ese momento el mejor fotógrafo documental vivo del mundo. Estaba por cumplir 81 años al día siguiente. Lamentablemente ese fue su último cumpleaños.
Y cuando le preguntamos sobre nuevos planes a futuro, ataja, “no me queda tiempo, normalmente la gente muere entre los 80 y 90 años de edad, yo soy un “viejito” dice, no tengo ya tiempo para un proyecto de largo plazo, ahora estoy en “un viaje interior” en mi archivo.
Durante la charla, Salgado insistió : “Para nosotros es muy importante presentar estas fotografías que capturan la esencia de nuestra Amazonia, un tesoro natural que debemos proteger. A través de ustedes, queremos hacer un llamado apasionado a todos los mexicanos: ¡vengan y únanse a esta causa! México, es uno de los países más importantes de América, tiene una voz poderosa en la lucha por salvar al planeta.”
“Las fotografías que compartimos no son solo imágenes; son ventanas a la belleza y fragilidad de nuestro entorno. Cada imagen cuenta una historia sobre la biodiversidad que se encuentra en peligro y sobre la necesidad urgente de actuar. Juntos, podemos inspirar un movimiento que trascienda fronteras y resuene en cada rincón del continente. ¡Es hora de levantar nuestras voces por el futuro del planeta!”

Salgado tenía una voz firme e inteligente, no pierde el tiempo y nos dice: “Las fotografías que capturé en su momento, cuándo visité este país, son un testimonio del alma de México, pero también reflejan una preocupación profunda por nuestro entorno. En estos tiempos críticos, donde la Amazonia y otros ecosistemas están en peligro, debemos unirnos para salvar al planeta. Cada imagen tiene el poder de contar una historia y crear conciencia sobre la importancia de preservar nuestra naturaleza. México no solo es un lugar donde he vivido momentos inolvidables; es un símbolo del esfuerzo colectivo que necesitamos para proteger lo que amamos. ¡Juntos podemos hacer la diferencia!”
Cuando le preguntamos sobre los jóvenes emergentes o nuevos documentalistas y sus retos actuales, no lo duda: “La fotografía es más que una simple captura de imágenes; es un grito de pasión, un llamado a vivir cada momento con intensidad. Cuando hablamos de «Todo es Fotografía», nos referimos a la esencia misma de este arte: hay que tener ganas, hay que respirar fotografía las 24 horas del día. Cada clic del obturador debe resonar en nuestro corazón, porque detrás de cada imagen hay una historia esperando ser contada.”
“En México y en la vasta Amazonia, los jóvenes tienen el poder de salvar al planeta a través de sus lentes. Con cada fotografía, pueden mostrar la belleza y fragilidad de nuestro entorno, inspirando cambios y creando conciencia sobre la importancia de preservar nuestros recursos naturales. Es fundamental que los muchachos y muchachas se sumerjan en este mundo visual, donde su creatividad puede florecer.”
Si quieren hacer mejor foto, “deben volver a la universidad para estudiar antropología, no solo es una opción valiosa; es una invitación apasionante para comprender el contexto cultural detrás de cada imagen. Al hacerlo, no solo enriquecerán su visión fotográfica, sino que también se convertirán en defensores del medio ambiente y narradores auténticos de nuestras realidades. Así que tómense un tiempo para ustedes mismos; vivan la fotografía con fervor y dejen su huella en el mundo.”
Sus palabras y sus imágenes, no tienen desperdicio, es un personaje con una voz y una mirada muy potentes.
Un privilegio haberlo conocido. Descanse en paz.



