Nueva Orleans, conocida como la «catedral del jazz», es una ciudad con una rica historia cultural y musical que la convierte en un lugar único y fascinante. Viví un tiempo por allá en el Barrio Francés entre 1988 y 1989.
Nueva Orleans es reconocida mundialmente como la cuna del jazz, un género musical que surgió a finales del siglo XIX y principios del XX, fusionando influencias africanas, caribeñas y europeas. Músicos legendarios como Louis Armstrong, Wynton Marsalis y Harry Connick Jr. nacieron en esta ciudad, consolidando su reputación como epicentro del jazz.
La ciudad tiene una mezcla cultural especial con influencias africanas, latinoamericanas, españolas y francesas, lo que se refleja en su música, festivales y gastronomía. Esta diversidad cultural fue clave para el desarrollo del jazz y otros estilos musicales propios de la región. Cada fin de semana íbamos a algún bar de la famosa Bourbon Street para escuchar a estos vibrantes músicos.
Eventos como el Jazz Fest y Mardi Gras atraen a millones de visitantes cada año, consolidando a Nueva Orleans como un destino turístico de referencia para amantes de la música y la cultura. Fue un viaje increíble.
